Comienza un nuevo año

Los principios de año son siempre propicios para evaluar las actividades del año anterior: es hora de hacer balance y este año no será excepción.

2016 pasará a ser, como otros, un año bien cumplido para la Secretaría General de la FCI gracias al gran número de actividades de nuestros miembros, sus criadores, expositores, etc. 2016 ha sido un año fructífero en manifestaciones importantes y de gran envergadura, un año durante el cual hemos empezado a dar vida a nuestro nuevo edificio, en el que hemos organizado diversas recepciones y diversas reuniones de Comités o Comisiones.

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Y. De Clercq
Director Ejecutivo
¿Los perros de Picasso o, mejor, Picasso y los perros ?

Cuando alguien pinta algo, pone parte de sus emociones, sentimientos y apreciaciones en una cosa de la que gusta o admira, donándola al público como un objeto transicional desde el cual la gente coge pinceladas diferentes según su estado de ánimo ; así Picasso pasaba del cubismo a los seres animados, expresando su sentir. La relación del genial malagueño con los perros no fue tan extraordinaria como se puede dar a entrever en la multitud de fotografías que del mismo existen acompañado por un can. El genio necesitaba tiempo para crear y, al igual que su padre que se sentía atraído por las palomas que pintaba y a veces daba de comer en la malagueña plaza de la Merced o admiraba en los palomares de sus conocidos, Picasso se sentía atraído por los perros, pero sin tiempo para dedicarles por lo que, al igual que su padre, se tornaron en pintores de su animal totem. Picasso, despejado de la máscara del cubismo y su "quasi" autismo social, veía en los perros un animal leal que no lo juzgaba ni le miraba de un modo raro, pero siendo muy crítico con sus emociones no se encontraba a la altura ni física ni emocional para cuidar a un ser tan magnífico, a pesar de estar a gusto e intrigado por tan bella relación del binomio hombre - perro. Por ello, si bien el perro es una constante en la pintura del maestro malagueño y gustaba no sólo de pintarlos, sino de fotografiarse con ellos en todas las facetas de la vida diaria como hemos apuntado arriba, no gustaba de ser su propietario y declinaba esta responsabilidad, o bien en su pareja o bien en sus hijos, o simplemente cuidaba por temporadas al animal de un amigo o retrataba a animales que conocía y le eran simpáticos.

Según la psicología, si pedimos a un niño que dibuje un animal su elección puede indicar algunos aspectos de su carácter y algunos deseos escondidos. Quien elige dibujar un perro demuestra un carácter bondadoso leal dependiente efectivamente de quien tiene cerca. Su generosidad está basada propiamente en la necesidad de tener alrededor muchos amigos para poder jugar, entretenerse y disfrutar. Es el prototipo del niño "mimoso". Si no gana la simpatía de los compañeros se pone triste y melancólico; habitualmente generoso, a veces cuando le realizan una petición se pone a gruñir y resoplar, a protestar en definitiva,,pero se esfuma con rapidez. Otra capacidad de estos niños está en la capacidad de "olfatear" y cazar al vuelo a las personas... ELLOS PUEDEN SER GRANDES BUSCADORES, INVESTIGADORES, POLICÍAS, PSICÓLOGOS O CREADORES- Picasso era un buscador, un investigador y un gran creador de arte.

Esta hipótesis acerca del carácter picassiano, la comparte conmigo el cinófilo y psicólogo Dtt. V.G Mancuso, él por su profesión y yo igualmente por mis estudios de morfopsicología y grafología.

De uno de los grandes biógrafos del pintor y su obra, don Rafael Inglada, amén de otros apuntes de mi archivo personal os brindo la lista de animales que acompañaron a Picasso, o en su vida o en su obra, o en ambas facetas que son los siguientes:

Clipper (La Coruña, 1891-1895), un "chucho", pintado por él en 1895.No era de su propiedad.

Feo (París, h. 1904), otro "chucho", dibujado por él en 1904-1905. No era de su propiedad.

FRIKA, perra mestiza que Picasso y Fernande Olivier tomaron como compañía primeramente en el Bateau-Lavoir (h. 1904-1909). Al poco tiempo cogieron otro perro, *Gat. En 1907, realizó unos dibujos del animal con sus cachorros. En 1909, con motivo del traslado al 11 Boulevard de Clichy, Frika volvió a compartir domicilio con Picasso, junto a *Monina y unos *gatos. Un año después (1910), viajó con Picasso y Olivier a Cadaqués. En 1912, tras su ruptura con Fernande Olivier, la perra fue dejada en manos de Georges Braque durante varios días, siendo enviada a Céret, cuidando de ella Picasso y Eva Gouel.

GAT. Perro que acompañó a Picasso -junto a *Frika- en el Bateau-Lavoir durante un tiempo (1904-1905). En diciembre de 1904, Picasso realizó a lápiz sobre papel “El actor. Estudio del personaje con cabezas de Fernande de perfil, manos, oreja y el perro Gat” (Col. particular). Murió posiblemente en 1906.

Un Fox Terrier (Wire) cuyo nombre se desconoce. Perro regalado posiblemente por Miquel Utrillo a Picasso y a Fernande Olivier en Barcelona, con motivo del viaje de ambos a Gósol (Lleida) en mayo de 1906. Desde aquí, el 21 de junio de ese año, escribieron a Guillaume Apollinaire, comunicándole que tenían este perro que les habían regalado en Barcelona.

Sentinelle (Aviñón, 1914), otro perro que él cuidó, aunque realmente era del pintor André Derain, también dibujado por él.

Bob (Boisgeloup, años 30), un San Bernardo. No se sabe seguro si era de su propiedad o cedido temporalmente por unos amigos.

Noisette (París, años 30), un airedale que se llevó de viaje a Barcelona en 1933 (este parece ser de su propiedad). Era una raza muy del gusto de los intelectuales de la época como fue el caso de Francisco Pino, poeta vallisoletano de gran renombre.

Ricky (París, años 40), un perro de aguas (léase caniche), parece que era de su hija Maya.

Kasbek (París, años 40), un afgano, dibujado por él en varias ocasiones en los años 40.

Yan (Cannes, años 50), un bóxer también pintado por él.

Lump (Cannes, años 50), un teckel que era de Duncan y que él pintó en un plato. El perro murió en 1973, como Picasso.

Perro (Cannes-Vauvenargues, años 50-60), un dálmata, pintado por Picasso en numerosas ocasiones, no era de su propiedad.

Kaboul (Vauvenargues-Mougins, años 60), un afgano.

Sauterelle (Mougins, años 60-70), un afgano.

Igor (Mougins, años 70), un afgano que era de Jacqueline y murió después que Picasso.

Conclusión: El gran mito de la pintura cubista del siglo XX gustaba de los perros, pero no tuvo ninguno verdaderamente de su propiedad, sino que delegaba la responsabilidad del animal y su cuidado sobre su familia, amigos o pareja pues, en un sentido autocrítico, fue capaz de discernir que no sería un buen propietario para un animal. Parafraseando a Saint-Exupéry, Picasso nunca tuvo el privilegio de dejarse domesticar por este maravilloso animal.

Dott. Vincenzo Gianluca Mancuso (parte psicológica) y Rafael Fernandez de Zafra (parte histórica)