Christian EYMAR-DAUPHIN
La Société Centrale Canine, a través de sus representantes y su personal, lamenta
anunciarle la desaparición de su presidente, Christian EYMAR-DAUPHIN, a los 67 años
de edad. Nos ha dejado en silencio y con dignidad, como es propio de las grandes
personas. Sufría su enfermedad desde hacía tiempo, pero batiéndose contra ella sin
dejarse vencer y sobreponiéndose con pundonor a las circunstancias.
Este martes, 3 de enero de 2017, la cinofilia francesa está en duelo. Un duelo que
rebasa nuestras fronteras. Porque Christian era ante todo un sabio, un pragmático
que aceptó la gran responsabilidad de presidir nuestra casa desde 2011, sucediendo
a Gérard Artus. Una casa que él conocía bien tras haber sido elegido en el comité
en 1994, al que contribuyó en varias comisiones mayores de nuestra federación.
El desempeño de sus funciones le llevó a reunirse regularmente con sus homólogos
extranjeros, que comprendieron rápidamente que Christian daría un impulso importante
a nuestra cinofilia. Era muy sensible a ideas nuevas, a la innovación y a las nuevas
herramientas de comunicación, y deseaba que nuestra cinofilia entrara con paso fuerte
en un periodo orientado hacia la comunicación, el dinamismo y la modernidad.
Osteópata de formación, consiguió conciliar una vida profesional intensa con su
gran pasión por la cinofilia. Amaba por encima de todo al perro, - perdón -, a todos
los perros, incluso reconociendo una pequeña debilidad por su “raza” predilecta,
el Perro de muestra alemán de pelo duro, un perro de caza, polivalente y seguro.
Aún absorbido por sus funciones de presidente, también dirigía un equipo de voluntarios
en la Canine du Bourbonnais. Un equipo que hoy se siente huérfano…
Juzgar en las exposiciones era para él un deseo casi semanal que cumplía con brío,
tanto en Francia como en otros países.
Sin verse en detrimento por sus ocupaciones, el lado humano de Christian siempre
quedó patente. Su tolerancia, su capacidad de escucha, su deseo de encontrar una
solución adecuada, su sabiduría en los debates intensos y su visión del futuro de
nuestra casa más que centenaria nos revelan una cosa: su obra marcará la historia
de la Centrale Canine de forma indeleble.
Tal como escribía Maya Angelou, poetisa, novelista y actriz americana “Una gran
alma sirve a todo el mundo todo el tiempo. Una gran alma nunca muere. Porque nos
unirá siempre”. Y Christian continuará uniéndonos en torno a esta pasión que le
animó la mayor parte de su vida. De su trayecto, sólo queda decir que fue ejemplar.
Transmitimos a su mujer Nicole, a su familia y a todos sus allegados nuestro más
sincero pésame.
Franck Haymann
Société Centrale Canine
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